Harari, la razón y nuestras fantasías
A menudo insisto en este blog sobre la irrelevancia de la razón a la hora de organizarnos social, económica y políticamente. En su reemplazo, pongo a nuestros instintos y pasiones sumado a la impronta que deja la cultura de cada lugar. Toda vez que nuestras pasiones e instintos predeterminan la inclinación ideológica de los ciudadanos mientras la cultura decide las posibilidades de éxito de esa ideología. Insisto, si de manera figurativa representaramos a los partidos políticos de izquierda y de derecha como equipos de fútbol, aquel que cuente con la ideología dominante, llámese cualquier variante del espectro ideológico de la izquierda predeterminada por la influencia de nuestros instintos, sería como si contara en su "equipo" con Cristiano Ronaldo y Messi. Salvo por lesiones de estos jugadores podría su oponente ganar un encuentro y de hecho así sucede. Solamente después de un clásico desastre de corrupción y decadencia generalizada dejado por un gobierno d...