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Mostrando las entradas de junio, 2018

Zaratustra y fútbol

Muy poco hay para agregar si hablamos de la pasión que genera un mundial de fútbol. Las imágenes sobran para entender la relevancia de la pasión en este fantástico evento deportivo. Pero ¿De dónde proviene esta pasión? ¿Qué relevancia tiene más allá de movilizar a la ciudadanía mundial entera con cada partido de fútbol se disputa? La respuesta está donde siempre, en Zaratustra -ver "Presento a Zaratustra, el protagonista del blog y del libro"- Es Zaratustra el que desde un primitivo rincón de nuestro cerebro exige a los jugadores del seleccionado nacional que pongan todo el esfuerzo posible para ganar el partido y satisfacer así el objetivo de siempre: ser o sentirse el mejor de todos. En el jugador de fútbol la exigencia es de manera directa al ser participante de la competencia. Y en los individuos que pertenecen al país ganador, en los aficionados, a través del viejo y eficiente mecanismo de proyección . Proyección de un ego, el propio, en otra entidad que puede

Aborto y progresismo 2

A través de todo el blog insisto en transmitir la necesidad de buscar que la razón pura, libre de presiones pasionales o instintivas, conduzca, siempre que sea posible, la actividad humana y en caso de no ser posible, al menos regule o module a nuestros instintos para que aprovechemos sus facetas positivas y evitemos las negativas.  Como en el caso del instinto protagonista del blog apodado Zaratustra aprovechando la codicia de él derivada para dar dinamismo a la actividad económica mientras intentamos evitar las dificultades que lleva implícito. Dificultades como las desigualdades sociales pronunciadas que dificultan el equilibrio y la paz social -ver "La historia y Zaratustra. El verdadero progresismo y Zaratustra"- Con el instinto sexual sucede algo muy similar. Como no podemos evitar su actividad, debemos aprovechar sus facetas positivas,  entre ellas nada más y nada menos que la de perpetuar la especie, mientras evitamos las negativas que la razón considera necesar

Aborto y progresismo

Progresismo implica, entre muchas cosas, dejar atrás lo que nuestras pulsiones primitivas pretenden que hagamos. Ante la intención de un instinto o pulsión, oponer, si se ve necesario , la razón. La humanidad. Ante la intención de matar o robar por impulso, el progresismo opone las leyes y la reeducación civil. Ante el deseo del instinto sexual a cualquier hora, en cualquier lugar y con quien o quienes sean, el progresismo propone el sentido común, el lugar y la pareja adecuada evitando lo que nuestra animalidad pretenda. Y si aún así no nos convencemos de seguir ciertas reglas, las leyes penales para asegurarnos de que sea la razón, el progreso, la humanidad la que decida como vivimos nuestra sexualidad y no nuestra primitiva animalidad promoviendo orgías públicas por doquier. Los últimos 200 años el progreso humano se preocupó mucho más por contener al Instinto que se traduce en ambición o codicia conocido en este blog como Zaratustra y parece dejar librado a su suerte y volun

Porqué insistimos en fracasar

A través de todo el blog trato de transmitir la decisiva importancia tienen en la organización y progreso de los pueblos dos variables claves , una de ellas ya conocida por muchos en el "mundo" de la literatura y la otra limitada su mención exclusivamente a este sitio, me refiero a la cultura y a la ideología predominante definida ésta última por nuestras pulsiones o instintos . Especialmente por el instinto protagonista del blog al que bautizé con el pseudónimo Zaratustra. Instinto que, como todos los que visitan este sitio saben, nos presiona para que destaquemos nuestro ego ante los demás, y en caso de que no sea posible,  encontremos los mecanismos psíquicos de adaptación para mantenernos competitivos y en equilibrio emocional evitando sentimientos de inferioridad -ver "Presento a Zaratustra, el protagonista del blog y del libro" y la zaga "Míralo, Zaratustra está ahí. Nadie lo ve pero siempre está"-. "Zaratustra odia" sentirse inferior

¿Vamos hacia una gran "Zona de Excepción Económica"?

Como cualquier otra especie animal, a los homo sapiens nos siguen conduciendo los instintos y los mismos que aquellos que nos conducían hace 70.000 años. Por ejemplo, a la actividad económica, crucial para la supervivencia de la especie, le hemos dejado toda la responsabilidad en su conducción y desarrollo a un instinto. Instinto que nos presiona para que los demás adviertan la presencia de nuestro ego, mostrando superioridad o mayor capacidad que los demás, siendo habitualmente el medio económico el elegido para destacarse (mecanismo primitivo encargado de mantenernos competitivos en la dura tarea de sobrevivir). La actividad de este instinto lo vemos expresarse habitualmente a través de la ambición o codicia y de acá surge uno de los grandes descubrimientos de la humanidad: que "la egoísta ambición por obtener ganancias que finalmente redunda en beneficios para todos" es el mejor aliado con el que contamos para estimular la actividad económica. Egoísta ambición que, empr