Un K honesto es más destructivo que un K corrupto

Cualquier curioso habrá notado que los casos de corrupción publicado en los medios críticos al gobierno y que sin duda investigan para encontrarlos si los hubiera han disminuido drásticamente durante el gobierno de Alberto Fernández - Cristina Fernández.

Es probable que la corrupción generalizada que caracterizó al gobierno durante el liderazgo de Néstor Kirchner haya desaparecido en gran parte o al menos han disminuido mucho la actividad delictiva de los que aún quedan en el gobierno con poder de estafar al pueblo.

Sin embargo eso no los hace menos destructivos sino más bien, dada la ideología que los conduce, mucho más dañinos toda vez que está absolutamente comprobada su alineación ideológica con los regímenes más autoritarios y anti democráticos del mundo (Cuba, Venezuela, Nicaragua, irán, Rusia y China).

Para describir porqué el poder de daño de gobiernos con esta base ideológica es muy superior al de un gobierno corrupto apelo a las palabras de C. S. Lewis que comparto a continuación:

 

C. S. Lewis (1948)

De todas las tiranías, una tiranía sinceramente ejercida por el bien de sus víctimas puede ser la más opresiva. Sería mejor vivir bajo barones ladrones que bajo entrometidos morales omnipotentes. La crueldad del barón ladrón a veces puede dormir, su codicia puede en algún momento saciarse; pero los que nos atormentan por nuestro propio bien, nos atormentarán sin fin porque lo hacen con la aprobación de su propia conciencia. Es más probable que vayan al cielo y, al mismo tiempo, que hagan un infierno de la tierra. Esta misma amabilidad duele como un insulto intolerable. Ser “curado” en contra de la propia voluntad y curado de estados que no podemos considerar como enfermedad es ser puesto al nivel de aquellos que aún no han alcanzado la edad de la razón o de aquellos que nunca lo harán; ser clasificado con infantes, imbéciles y animales domésticos.