¿El escollo invencible?
A través de los post de este blogs se puede asegurar que una de las metas más importantes para avanzar hacia el desarrollo es conseguir un cambio cultural hacia características de comportamientos más aptos para el desenvolvimiento económico (también conocido como capital social). Entendiéndose como cultura a aquellas conductas características de los pueblos en respuesta a determinados estímulos.
Un ejemplo típico es la respuesta de un ciudadano perteneciente a una cultura atrasada frente a una infracción de tránsito con respecto a uno de una sociedad desarrollada, el primero intenta el cohecho y el segundo pide disculpa y acepta la multa sin reparos.
O un transeúnte que debe desechar la colilla de un cigarrillo, el primero lo tira en la vereda del vecino y el que pertenece a una sociedad desarrollada, busca un basurero para hacerlo.
Hasta este punto es fácil encontrar coincidencias y, por suerte, está cada vez más expandido el conocimiento de este fenómeno social.
O un transeúnte que debe desechar la colilla de un cigarrillo, el primero lo tira en la vereda del vecino y el que pertenece a una sociedad desarrollada, busca un basurero para hacerlo.
Hasta este punto es fácil encontrar coincidencias y, por suerte, está cada vez más expandido el conocimiento de este fenómeno social.
El gran problema es cómo cambiar la cultura de los pueblos atrasados y acá déjeme mostrar cual es el escollo clave a superar: a pesar de que probablemente la mayoría de nosotros sabemos que debemos cambiar, no lo hacemos porque se espera que el otro lo haga primero. Algo así como "o cambiamos todos o no cambia nadie", obviamente por miedo a dar ventajas innecesarias.
¿Por qué habría de cambiar si desconozco o dudo que aquel que recibe un beneficio de mi conducta adecuada para el funcionamiento de la sociedad en su conjunto haga lo mismo?
Si los demás no imitan mi conducta, el razonamiento lógico es que solo queda salir perjudicado mientras los demás se aprovechan de mi honestidad e inocencia.
¡Este es el enigma a resolver!
¿Por qué habría de cambiar si desconozco o dudo que aquel que recibe un beneficio de mi conducta adecuada para el funcionamiento de la sociedad en su conjunto haga lo mismo?
Si los demás no imitan mi conducta, el razonamiento lógico es que solo queda salir perjudicado mientras los demás se aprovechan de mi honestidad e inocencia.
¡Este es el enigma a resolver!
Crean que es una tarea de una dificultad majestuosa:
¿Cómo lograr que tomemos conciencia de la necesidad de cambiar conductas sin esperar a que el otro también lo haga?
¿Cómo lograr que tomemos conciencia de la necesidad de cambiar conductas sin esperar a que el otro también lo haga?
Piensen, busquen respuesta. Tal vez alguien la encuentre.
¡Suerte!
Parece una misión imposible...........
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