EEUU vs China: el arsenal

El arsenal

Desde la descolonización y el conocimiento de la nueva realidad histórica de la Destrucción Mutua Asegurada, sabemos que las armas de dominación y conquista basadas en la pólvora pasaron a ocupar un lugar secundario. 
Las nuevas armas capaces del control, dominio o influencia sobre los países más débiles y "conquistables" se llaman Corporaciones Multinacionales.
Son "armas" que logran controlar las decisiones de los gobiernos si quieren mantener el poder político interno mediante el cumplimiento de un requisito básico para lograrlo: crecimiento económico. 

Todos saben que sin crecimiento económico, la permanencia en el poder se vuelve muy frágil. También ya todos sabemos que sin inversión, el crecimiento económico genuino es inviable. Y lamentablemente pocos saben que a esa inversión le deben preceder circunstancias que hagan propicia la generación de empresas competitivas y eficientes. Básicamente, circunstancias donde primen las condiciones óptimas para el desarrollo y las ganancias de los emprendedores más competitivos. Institucionalidad, racionalidad y seguridad jurídica son las palabras que a menudo se mencionan para comprender este básico concepto.
Privilegios, éstos últimos, que solo son posibles si se cuenta con una sociedad capaz de conseguirlas. Son las Democracias desarrolladas las que nos muestran que poseen éstas potencialidades y lo son por contar con una ciudadanía con una Cultura Cívica y Política capaz de lograr estos objetivos. Objetivos que generan el ámbito ideal para la creación de las modernas y "pacíficas" armas de control del poder llamadas Corporaciones Multinacionales.
Si no se cumplen estos objetivos básicos, a los gobiernos y sociedades incapaces no les queda otra opción que atraerlas desde donde poseen esa capacidad. Hasta para la provisión de servicios elementales y básicos como el de agua potable ven la imperiosa necesidad de la presencia e intervención en sus economías locales de las corporaciones multinacionales especializadas en el área.
Incluso para extraer petróleo los países petroleros necesitan de estas corporaciones para hacer viables sus economías. Entonces ¿qué queda en las áreas económicas donde la innovación tecnológica y el conocimiento son cruciales?
¿Se entiende la sencilla manera en que estas armas de dominación pueden someter a los países si quieren sobrevivir económica, y por tanto también, políticamente?
Los países que poseen Corporaciones Multinacionales dominan. Los que no, se someten y los que se resisten, se atienen a las consecuencias políticas por la segura crisis económica por falta de inversión. Simple. 
Pero hoy, la afirmación de que estas condiciones óptimas para la generación de "arsenal armamentista" están limitadas a los países desarrollados en Democracia está puesta en discusión por el fenómeno Chino. Una Dictadura capaz de lograr tantas "armas" capaces de enfrentar "el poder de fuego" que poseen los países democráticos y desarrollados sin contar con una ciudadanía capaz de sostener un sistema avanzado como el explicitado.
Sin embargo, también es aconsejable aclarar que es probable que China sin este sustento clave, el de una sociedad con las características y capacidades culturales de los países que viven una verdadera Democracia, se descubra más tarde o temprano que no es más que un elefante con pies de barro como lo fué alguna vez la URSS.

Unos, los desarrollados, generando "armas de conquista y dominación" desde la seguridad jurídica, la racionalidad económica, servicios sociales extraordinarios, prevalencia de los derechos humanos y altos salarios sustentados en una alta carga impositiva pero con la confianza de los inversores en el largo plazo cediendo beneficios inmediatos a cambio de seguros beneficios futuros.
El otro, el subdesarrollado y sus aliados también subdesarrollados, creando "armamentos", desde la coersión, el abuso ciudadano sin derecho alguno y altas ganancias a cambio de la desconfianza jurídica imperante.
Y mientras tanto, las corporaciones multinacionales chinas "desembarcan" en países orientales, africanos y latinoamericanos aprovechando lo de siempre, la presencia de gobernantes corruptos dispuestos a ceder la soberanía nacional a cambio de riquezas y poder, para tomar así el control político y geoestratégico. Mencionar la Ruta de la Seda alcanza para entender la idea.
Hasta acá, no sería un inconveniente toda vez que los países necesitan crecer económicamente y dado que las inversiones de fondo que hacen al crecimiento vienen de los países que cuentan con la capacidad de invertir a través de las famosas inversiones extranjeras directas de sus Corporaciones, daría lo mismo si vienen de China o de los EEUU o de Alemania o de Francia.
Sin embargo, acá está el verdadero problema de fondo para los países subdesarrollados.
Como el pueblo chino, al menos hasta ahora y todo hace prever que seguirá siendo igual - ver "Buenas costumbres (1) y (2)"-, es incapaz de generar una nación desarrollada y por tanto con niveles salariales acorde a esta capacidad, si alguna vez quiere proveer a sus ciudadanos el nivel adquisitivo y los servicios sociales de las sociedades desarrolladas, algo que seguramente buscarán caso opuesto será tomado tarde o temprano como una derrota, la mano de obra barata necesaria para su sistema de generación de armas necesariamente tendrán que buscarlas en otros lares. En sus colonias para su "nueva Roma".
Pero ¿No hacen lo mismo los países desarrollados en los pueblos donde "desembarcan" sus corporaciones multinacionales con sus inversiones?
Definitivamente no es lo mismo.
Detrás de estos países y sus gobiernos hay sociedades que aspiran al verdadero progreso humano. Detrás de China y su gobierno donde la ciudadanía no cuenta en ninguna decisión, solo hay interés de sometimiento y abuso. Exactamente lo que hacen con su propio pueblo ¿Por qué esperar que serán más benignos con los pueblos sometidos que con el propio? Sería demasiado contradictorio como para siquiera considerar la posibilidad. Y mucho menos aún si un nivel de prosperidad para su pueblo comparable con los de "su enemigo" dependerá tarde o temprano de la explotación de los países sometidos. 
Mientras, los países desarrollados y democráticos ya poseen el nivel de vida al que todo el mundo ambiciona. No es lo mismo definitivamente.

Así como evidente es el riesgo para los países pobres y subdesarrollados sin "armamentos de defensa" y con gobiernos cooptables por la "invasión China", viene otra pregunta obligada ¿Cuál es el riesgo del avance del "ejército chino" para los países desarrollados?
Fácil, que para mantenerse competitivos en arsenal de defensa y/o ataque, se vean necesitados de competir con salarios. Si deberían ceder en este área, la Democracia temblaría hasta en sus mismos cimientos. Y si esos cimientos ceden, una nueva Era nos esperaría. Una Nueva Edad Media. O peor, Antigua.
Aclarada la cuestión armamentista, surge lo que viene.

La pregunta

En medio de la guerra fría EEUU-China -ver "La Nueva Guerra Fría. Desarrollo vs Subdesarrollo. Occidente vs Oriente. Posmodernidad vs Medievo (1)(2)(3)(4)- librada con las nuevas armas de conquista y dominación conocidas como corporaciones multinacionales, surge una pregunta obligada ¿qué control tienen sobre sus "arsenales" ambos países?
Está claro que China tiene un absoluto control sobre su batería armamentista. Ninguna empresa china se animaría a dar un paso no autorizado o controlado por el gobierno. No existe seguridad jurídica alguna.
Sin embargo ¿Sucede lo mismo con las empresas estadounidenses? ¿Es capaz el gobierno de EEUU de ordenar, por ejemplo, a Apple que traslade sus ensambladoras instaladas en China a los EEUU?
Es obvio que no depende de una decisión política aislada de cuestiones económicas.
Trasladar Apple a EEUU implica pagar mayores cargas salariales e impositivas y probablemente con ello, comprometer su competitividad global. 
En la práctica, si ésto último fuera una realidad en medio de esta guerra, significa perder "capacidad de fuego". Además, existe seguridad jurídica que limita la acción del gobierno.
No existe duda alguna de que éste es el verdadero campo de batalla donde se libra esta guerra. En la capacidad de cada contendiente o aliado de generar armas capaces de enfrentar el poder enemigo y contar con ellas. 
El caso 5G es otra clara muestra de una de estas contiendas. Si así no fuera ¿Cuál es el problema de que sea China quien provea a nivel global esta tecnología de la comunicación?
Y es crucial ésta pregunta porque de quien tenga mayor capacidad de fuego, decidirá el final. Si es el sistema Chino el más apto para generar, aumentar y potenciar las armas utilizadas en esta confrontación, pues hacia una nueva Era nos dirigiremos. Hacia una nueva Era controlada por antiguas dictaduras. Sin derechos humanos y sin Democracia.
Por suerte, es muy probable que Occidente aún conserve capacidad de control sobre su "armamento". Control limitado por, de nuevo, la seguridad jurídica que es una de las bases para su fortaleza armamentista.

Control, que de tenerlo, implicaría también un efecto doblemente negativo en el bando opuesto.
Doble porque de alejar las inversiones occidentales de China -como ya decidió Trump iniciar este proceso y lo puede ver en el post "Tal vez sea ésta la oportunidad para Latinoamérica III"- dejaría no solamente sin el aporte de capitales que lleva implícita la inversión en un país extranjero y además rival declarado, sino también sin el aporte más importante aún que el capital, me refiero a la exigencia del nivel de organización política que siempre exigen estas empresas -"armas"- para arriesgar capital. 
Es decir, privados de ese nivel de capacidad política para comprometer a los gobiernos para que brinden las condiciones mínimas para la inversión. 
Si los empresarios chinos no tienen más ese parámetro clave de referencia para evaluar el grado de riesgo de sus inversiones en su propio país, el andamiaje chino podría sufrir consecuencias dramáticas. 
La huida de capitales podría transformarse en crítica ante la desconfianza interna.
Pero ¿Por qué debería ser esto un riesgo si el gobierno es autoritario y las principales empresas son estatales?
La respuesta es simple, porqué el Estado, sin la codicia emprendedora de los emprendedores privados que trabajan para sus propios intereses y no para un supuesto "plan nacional para un país de todos y todas por la grandeza del Estado y la Nación China", no hay arsenal armamentista competitivo posible. 
Sin los codiciosos apostando por su propio país en busca de beneficios personales, no hay enprendurismo. No hay innovación. No hay clima de inversión genuina. No hay Destrucción Creativa.
Hay desconfianza y fuga. La misma fuga de capitales chinos que existen hoy por la lógica desconfianza de los ricos chinos hacia su clase dirigente, impredecible y corrupta, se podría multiplicar por mil. Desconfianza, de nuevo, por no contar con seguridad jurídica.
 Es notable como la seguridad jurídica pasa a ocupar dos posiciones para los contendientes. De fortaleza y de debilidad. Fortaleza porque hace más fácil la generación de armas y previene la huida de capitales necesarios para su generación. Debilidad porque dificulta el control de las mismas. Hasta podrían jugar para ambos bandos si las condiciones se dieran.
Por eso se define en este blog a esta Nueva Guerra como Desarrollo vs Subdesarrollo. Por la generación de poder desde el progreso, la Democracia y los derechos humanos o por la generación de poder desde la coersión y las restricciones primitivas.
De quién gane esta confrontación, si es que hay un ganador porque se podría caer en un equilibrio de fuerzas,  dependerá el futuro de la humanidad. El de más Democracia y Desarrollo o el de más coersión y atraso.

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