Conociendo al enemigo. Capítulo III: su política monetaria

 Transcribo dos notas que describen con precisión la política monetaria China y a continuación mi comentario que pongo a consideración del lector.
Preste atención lo que está en negritas porque resume lo que más importa.


Banca pública, factor clave del éxito chino




La creación de dinero por parte del Estado, si se dirige a destinos productivos, no provoca inflación y es la mejor receta contra el paro y la recesión. Esta es la fórmula aplicada por el gobierno chino, y una clave de su sostenido éxito económico.

 
La revolución técnico-científica que ha transformado el mundo en pocas décadas nos ha dotado de mano de obra, materiales e inteligencia colectiva para crear prosperidad para todos. Sin embargo, en el mundo real la mayor parte de los países sufren austeridad, deuda insostenible, creciente pobreza y necesidad. ¿Por qué?

Un gran problema radica en el sistema de intercambio centrado en el "dinero" que los bancos almacenan y distribuyen. En lugar de permitir el libre intercambio de mano de obra y materiales, el sistema bancario privado actúa como un obstáculo para la producción. Los bancos desvían ese flujo hacia un fondo auto-alimentador de beneficios que crece exponencialmente. Socio forzoso de todos los factores de la producción, y con un poder cuasimonopólico, el sistema financiero concentrado se ha convertido en un parásito que drena los recursos.

Sin embargo, no podemos prescindir de las funciones del "dinero" en una economía moderna. Lo que sí podemos es evitar que la creación de dinero siga siendo un privilegio de empresas privadas.

Para entender el sistema bancario

La banca privada se enriquece con un recurso que no le pertenece.

El sistema bancario vive de acumular depósitos ajenos -sobre todo, grandes empresas y entidades estatales- y “crear” un dinero que en realidad no tiene a través del sistema de reserva fraccionaria. A partir de contabilizar como “disponible” un porcentaje adicional a los depósitos reales, se habilita un dinero virtual para préstamos. Esto explica por qué, si todos los usuarios retiran su dinero al mismo tiempo, el sistema bancario quiebra.

Históricamente, este crédito creado de la nada en los libros de los bancos ha permitido que las ruedas de la industria giren. Los empleadores necesitan crédito en cada etapa de la producción, y los bancos deben ser capaces de crear crédito para responder a esta demanda. Sin el anticipo del crédito, no habría productos o servicios para vender; y sin productos para vender, los trabajadores y proveedores no pueden recibir pagos.

Sin embargo, los bancos tienen una ventaja injusta en este juego, porque han logrado obtener el control de los grifos del crédito, y usan este control, no para servir a las necesidades de la industria y la sociedad, sino para su ventaja privada. Pueden activar y desactivar el crédito a voluntad, bloquearlo para sus enemigos o utilizarlo para sus propias empresas especulativas. En el medio, recogen el interés como intermediarios.

El sistema vive de intereses y comisiones, y tiende a crear deuda en todos los niveles, muchas veces de carácter usuraria y en forma forzosa.

Luego, al tener la potestad de fijar el precio del crédito, se convierte en la palanca clave de la economía, en un árbitro todopoderoso capaz de hacer prosperar a una sociedad, o arruinarla.

Para colmo, si las negocios salen mal, los bancos son rescatados por el gobierno a expensas del erario público, ya que el sistema no puede funcionar sin la garantía del Estado.

¿Hay alternativas?

Banca pública, factor clave del éxito chino

Ellen Brown, abogada y fundadora del Publick Banking Institute, dice: “Las virtudes de un sistema de crédito expansible se pueden conservar mediante el establecimiento de una red de bancos públicos que sirven a las personas porque son propiedad de las personas, al tiempo que se evita la explotación parasitaria a la que los bancos privados son propensos”.

Al hacer que la banca sea una empresa de servicios públicos, el sistema financiero se puede orientar a servir a las personas y a la producción en lugar de servir a los propios bancos. Liberar el flujo de crédito permite que la industria y la empresa libre prosperen, y la economía alcance su máximo potencial.

Esa es la política empleada por China, donde una poderosa banca pública conformada por cinco grandes entidades apoya la economía que más velozmente crece en el mundo.

Ellen Brown cita como ejemplo  “One Belt, One Road", una iniciativa de infraestructura china de un billón de dólares, que involucra carreteras, oleoductos, líneas de transmisión, puertos, centrales eléctricas, fibra óptica y ferrocarriles que conectan China con Asia Central, Europa y África. Es el proyecto de infraestructura más grande iniciado por una nación en la historia.

Otro ejemplo son las 12.000 millas de trenes de alta velocidad, construidos en apenas una década.

El dinero de la gigantesca red de infraestructura china proviene engran parte de los préstamos de los bancos estatales de China. Los cinco bancos más grandes del país son propiedad mayoritaria del gobierno central y prestan principalmente a grandes empresas estatales.

¿De dónde sacan los bancos el dinero? De la misma manera que la banca privada, no solo reciclan los depósitos existentes, sino que “crean” dinero al registrarlo en las cuentas de depósito de sus prestatarios.

Además, en China, ni las empresas ni la gente invierten su dinero en el mercado bursátil, sino que lo ahorran en sus cuentas bancarias. Así, una enorme masa monetaria está disponible para financiar proyectos productivos.

Este entretejido de relaciones arroja como resultado un sistema financiero sólido.

En un artículo publicado en diciembre pasado en Financial Times, el estratega de investigación financiera Chen Zhao escribió: “El riesgo soberano de China es extremadamente bajo. Es importante destacar que los balances de los bancos estatales chinos, el gobierno y el Banco Popular de China están todos interconectados. En estas circunstancias, una crisis de deuda en China es casi imposible”.

Crédito cualitativo: receta para el desarrollo

Las teorías monetarias en boga en el capitalismo occidental sostienen que si el crédito es barato, se produce un exceso de demanda en la economía que dispara la inflación. Por lo tanto, propician una sistemática restricción monetaria y crediticia, y un aumento de las tasas de interés. Huelga decir que este enfoque sólo beneficia a los bancos, ya que implica que el Estado solo puede recurrir a la banca para financiar el desarrollo. Se denomina “teoría cuantitativa de la moneda” a esta presunción de que la inflación depende de la cantidad de dinero circulante, y por lo tanto, si se lo restringe y se encarece el crédito, la inflación tenderá a estar controlada. La experiencia práctica de nuestros países indica que esto en realidad no sucede así.

La teoría cualitativa de la moneda, en cambio, sostiene que el nivel de precios no depende tanto de la cantidad de moneda como de su destino. Si se crea dinero con fines productivos, no solo no es inflacionario, sino que incluso puede ir contra la inflación. A modo de ejemplo digamos que si se concede crédito barato para la adquisición de tecnologías que faciliten y multipliquen la producción de pan, el precio del pan tenderá a bajar aunque haya más dinero circulante.

Esta teoría implica que la creación de dinero por parte del Estado es la mejor receta contra el paro y la recesión si se dirige a destinos productivos.

Esta es la fórmula aplicada por el gobierno chino, que posee la mayoría de los bancos del país, y puede dirigir la financiación según las necesidades nacionales.

El Banco Popular de China emite dinero para infraestructura de una manera directa. La liquidez se dirige a proporcionar financiamiento asequible a sectores seleccionados, y refleja la intención de Pekín de “dictar tasas de interés para algunos sectores”, analizan economistas de Citigroup.

La política cualitativa al estilo chino es en realidad menos inflacionaria que la cuantitativa que aplican los bancos centrales occidentales. Para 2017,la tasa de inflación de China fue de un modesto 1.8 por ciento.

Los esquemas de banca pública reducen el costo del financiamiento para el desarrollo en torno a un 50 por ciento, dice Ellen Brown. El principal obstáculo para aplicar estas soluciones a gran escala en el mundo actual es meramente político.

Por un lado, domina las mentes de los economistas oficiales la teoría liberal de que no se puede favorecer un sector frente a otro (horror al intervencionismo estatal).

Por otro lado, abaratar el crédito va contra los intereses de la élite financiera. Si los Estados generan su propio dinero, no lo piden a la banca mundial y no se endeudan, con lo que se pierde el control político de los Estados.

Hasta ahora, los pocos que han intentado enfrentarse a este poder han pagado con su vida la osadía. Pero corren buenos tiempos para ganar batallas pendientes.

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"Casualmente, el mismo Milton Friedman sostenía que:
“La supuesta asociación [del monetarismo a las ideas políticas conservadoras] no
es inevitable (…) El Banco de China (China comunista) [refiriéndose al PBC] es
monetarista. (...) El monetarismo, interpretado correctamente, es un conjunto de
proposiciones objetivas sobre la relación entre los agregados monetarios y otras
variables económicas. Conservadores, radicales, comunistas, socialistas, las
autoridades que están en el poder, pueden sólo alcanzar sus objetivos si pueden
predecir cuáles serán las consecuencias de sus acciones
. Las proposiciones

monetaristas son necesarias para todas las autoridades ya sean de un extremo o
del otro” (Snowdon & Vane, 2005, p. 207, traducción del autor)
Por lo tanto, el sector bancario y particularmente los bancos públicos comerciales
son los principales acreedores en el mercado de bonos públicos, de policy banks y
corporativos, aunque claramente se destaca su presencia en los dos primeros
segmentos. Estos datos refuerzan la idea de un Estado que lidera el sector bancario y el
mercado de capitales desde ambos lados del mostrador.
En cuanto al análisis del stock de crédito se podría decir que el sector bancario
estatal o controlado por el Gobierno se comporta como una gran banca de desarrollo.
Con respecto a una economía bancaria convencional, la particularidad del caso chino es
que, por un lado, la mayoría de los bancos están bajo el control directo o indirecto del
Gobierno, y por el otro, una porción importante de la demanda crediticia es del sector
público no financiero. En otras palabras, como el Estado se encuentra en ambos lados
del mostrador, cuestiones relacionadas con la calificación crediticia del prestatario
pierden importancia. O sea, a una dada demanda crediticia, la administración pública
determina si el cliente (que puede ser el mismo Estado) es sujeto de crédito
(creditworthy) o no18
. Por eso, mas allá de la regulación de tasas, los bancos públicos
deciden prestar donde la banca privada difícilmente lo haga
.
“EL Banco Industrial y Comercial de China, controlado por el Estado, recaudó
22.000 millones de dólares en 2006, la oferta pública de venta de acciones más
grande de la historia. Otros bancos controlados por el Estado también obtuvieron
OPV abultadas y acciones cotizadas en el extranjero. Sin embargo, gran parte de la
avalancha sobre las instituciones controladas por el Estado chino refleja la
suposición de los inversores de que el Gobierno de China en efecto garantiza el
pasivo de esos bancos. Ya los ha recapitalizado con 60.000 millones de dólares de
las enormes reservas chinas de moneda extranjera, y en el proceso ha eliminado
muchos de los préstamos morosos de las instituciones” (Greenspan, 2008 p 345)
Generalmente, este tipo de intervenciones responden a un intento por
desconectar las condiciones monetarias domesticas del contexto financiero
internacional o, dicho de otro modo, responden a una tentativa por recrear las
condiciones de una economía financieramente cerrada. Por supuesto que existe un
abanico de instrumentos que forman parte de los llamados controles de capitales.
En un sentido amplio,
podríamos decir que China ha sido conservadora en moneda extranjera y agresiva en
moneda local, consistente con la idea de que los Estados pueden quebrar en moneda
extranjera pero no en la propia.
Con este nivel relativo de reservas internacionales se torna difícil imaginar una."
corrida contra el renminbi


Continúo
¿Alguien con una mínima información de lo que sucedió y sucede en la enorme mayoría de los países subdesarrollados puede desconocer que éstas políticas monetarias expansivas, dirigistas y voluntaristas, descriptas en las notas ofrecidas, ya han sido utilizadas hasta el cansancio con la esperanza de reemplazar la antiguas "minas de oro de las américas" por la "maquinita de imprimir billetes"?
No creo y si desconoce ésta realidad es un profundo ignorante.
¿Y alguien medianamente  informado puede desconocer que han fracasado una y otra y otra y otra vez allí donde se intentó?
¿Puede existir alguien en su sano juicio que desconozca que éstas políticas económicas solamente llevan a la estanflación o hiperinflación cuando no, sobrevaloración crónica de la moneda, déficit fiscales permanentes, crisis de deuda, industrias totalmente deficientes sin ninguna competitividad, corrupción generalizada, más y más pobreza con cada fracaso de éstas políticas que pueden definirse como pseudo desarrollista?
No alcanzaría la biblioteca de Alejandría para acomodar la cantidad de textos que describen estos fracasos a lo largo y ancho del planeta.
Sin embargo, en China todo indica que ¡Funciona!
¡Eureka!
Sin embargo, es evidente que requiere una explicación del porqué parece funcionar.
Y más aún porque a juzgar por los sucedido en los últimos 40 años, comparativamente, la economía china vs la de sus rivales, llámense EEUU y Europa desarrollada, las democracias al fin, China gana de manera abrumadora.
Tanto como para pasar de ser uno de los países más pobres del mundo a superar a los mismísimos Estados Unidos.
¡En 40 años!
Sin embargo, como siempre sucede, no todo lo que brilla es oro.
¿Por qué?
Simple, todo lo que describen los textos sobre los fracasos de los planes de política monetaria expansiva como método primario de crecimiento económica se replican en China (es importante diferenciar a la política expansiva monetaria para salir de las recesiones utilizada de manera transitoria para retomar las políticas monetarias clásicas una vez superado el obstáculo de la utilizada en China de manera permanente).
¿Cómo es esto?
Simple, la corrupción es generalizada en este país, las ineficiencias son abismales, la sobrevaloración de la moneda, en contra de lo que muchos creen, ya está entre ellos -con sólo mirar los precios de los departamentos y de los alquileres medidos en dólares es suficiente para advertir este inconveniente- las ineficiencias son tan alarmantes como siempre lo han sido con estas políticas -con mirar las ciudades fantasmas y los embotellamientos gigantescos que a menudo se producen por una  infraestructura que padece una total ausencia del más mínimo sentido común, lo demuestra-, la productividad de las empresas públicas, la mayoría y más importantes de la economía china vale aclarar, más aún si se suman a éstas las empresas privadas cuyas decisiones y futuro dependen casi exclusivamente del humor del gobierno, es con seguridad malísima aunque nos cansemos de ver productos tecnológicos baratos que dan la impresión de una situación totalmente opuesta.
La industria realmente competitiva es la privada de áreas no estratégicas. probablemente porque allí el costo salarial es muy bajo y las condiciones de trabajo son prácticamente de esclavos.
Pero entonces ¿Por qué funciona o al menos así parece?
La única explicación posible pasa por dos factores: dictadura férrea y asentada más un interminable cúmulo de beneficios en los sectores no estratégicos basados en mano de obra esclava, que permite trasladar capitales desde éstas áreas superavitarias hacia las déficitarias estratégicas.
Y se podría sumar la predisposición cultural al ahorro excesivo del ciudadano chino que favorece la política expansiva monetaria.
Y finalmente hay otro factor y que tampoco es visible en los países que han fracasado una y otra y otra vez con estas políticas: la enorme reserva de dólares. Es decir de moneda real.
Solamente una férrea dictadura es capaz de evitar que los políticos se vean tentados a utilizar estas reservas para el beneficio de los ciudadanos para hacer política redistributiva (recordar que las dictaduras a menudo son más débiles que los gobiernos democráticos y deben ceder más a menudo a las presiones populares de lo que se cree para mantenerse en el poder).
Y se trata de una dictadura claramente inteligente ya que esta política de contar con enormes reservas lleva implícito el conocimiento de la verdadera debilidad del país. La debilidad del escaso capital social.
Capital social que es el único factor capaz de construir moneda real y ámbito de realizamiento económico eficiente y equilibrado sin necesidad de recurrir a estrategias heterodoxas que allí donde se utilizan fracasan con la única excepción, hasta ahora al menos, de China. De nuevo, hasta ahora.
Ante ésta evidente debilidad, es decir, ante la consciencia de la ausencia del capital humano necesario para construir una economía clásica, sana y racional basada en el libre mercado de bienes y capitales en un ámbito de estabilidad presente y futura garantizada por una conciencia ciudadana de la necesidad de que así debe mantenerse constatándolo en cada elección responsable de sus gobernantes, el partido comunista chino optó por crear un salvaguardas ante las innumerables ineficiencias a las que necesariamente se verían, ven y seguramente se verán expuestos.
Pero ¿Cómo es posible semejante reservas de divisas con tantas ineficiencias, pobreza y corrupción?
Solamente un poder absoluto como el del partido comunista chino sumado a una sociedad totalmente individualista culturalmente que no ve la más mínima chance de generar algo desde sus bases capaz de ofrecer una opción política al partido comunista y que por tanto obligue a éste a ceder ante presiones populares gastando sin control al punto de terminar como siempre sucede en estos casos en un endeudamiento catastrófico en moneda extranjera que llevan siempre al "combo clásico" que termina por destruir cualquier plan parecido, puede lograrlo (si China fuera una democracia al estilo sudamericano o indú por nombrar democracias con escaso capital social pueden estar seguros que en vez de reservas tendría una enorme deuda externa).
Ahora la pregunta es ¿Es sustentable ésto? ¿No aparecerán más tarde o temprano las consecuencias de siempre?
Cuando se mencionan los pies de barro del gigante chino, se hace referencia indirectamente a esto.
Particularmente creo que tarde o temprano se encontrarán con esta limitación. La parálisis y el descontrol de los hechos se hará realidad.
Y más importante aún, es seguro que los líderes del partido comunista chino lo saben.
¿Qué importancia tiene esto en el contexto de la Realpolitik?
Que si son conscientes de esto, también son conscientes que tienen un tope a partir del cual, solamente les espera ir perdiendo posiciones ante sus rivales.
Así que ¿Tendrán intenciones de evitar esa situación que los llevaría otra vez al ostracismo político internacional?
Conociendo nuestra naturaleza humana, a Zaratustra sobre todo, nada me impide pensar de que lo intentarán.
¿Cuál es la estrategia probable para ello?
Simple, llevar a sus enemigos al mismo campo de juego en el que ellos se saben fuertes y ganadores.
Al campo de las dictaduras sin capital social como base fundacional de apoyo.
¿Cómo?
En principio inundando de productos baratos y destruyendo industrias que obligue a bajar salarios y además generando presión social que impida a los gobiernos democráticos sacar beneficios a los consumidores sometiéndolos a presiones políticas.
Lo que estamos viendo con la reacción de Trump y sus aranceles es justamente esto. La defensa contra éste objetivo chino (todo lo que se lee y ve al respecto no son más que excusas ante el verdadero origen impuesto por la Realpolitik y que se describe acá)
Sino, observe el título de este link: https://www.ambito.com/mas-600-empresas-eeuu-advierten-trump-efectos-devastadores-la-guerra-comercial-china-n5037187
¿Qué es sino la presión social a la democracia por mantener el estatus de consumo ante un gobierno que duda si deja que sigan los consumidores estadounidense disfrutando de productos baratos subsidiados por el enemigo mientras se destruye su estructura industrial y para empeorar el panorama, se endeuda sin límites con el éste?
Espero se entienda la situación de riesgo que ocupa mi hipótesis para las democracias.
Hipótesis probable y de ninguna manera segura, pero de lo que si estoy seguro es que debe tenerse en cuenta.
Trump y sus asesores al menos parecen tenerlo bien presente.
No así aparentemente los países aliados de Europa, Japón y Oceanía.
Veremos cómo siguen los hechos.


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