Centros de aislamiento en Formosa ¿estrategia provincial o nacional?

Si se siguen los últimos post del blog referidos a Argentina (últimamente tienen prioridad dada la gravedad de los problemas que enfrenta mi país) se pueden constatar varios principios indudables que guían la acción del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a saber:
- La ideología dominante es claramente una que se encuentra dentro del marco de lo que entendemos por socialismo. Si bien es difícil definir si llega al extremo comunista, sí podría afirmarse que la extrema izquierda no le queda mal (nunca ví a un dirigente kirchenrista declarar abiertamente sus verdaderas intenciones pero el apoyo irrestricto a Cuba y Venezuela refuerza esta postura).
- Es una fuerza política que tiene como elemento central en su estrategia el control absoluto de cuántas fuerzas y poderes posee el Estado. Claramente para esta agrupación el control del poder judicial, del mediático, gremial y de los poderes económicos es una meta indiscutible.
- El control de la economía desde este Estado cooptado por el poder político gobernante (y con la ideología acompañante) es otro objetivo que no deja lugar a dudas. Decidir quién invierte, cuánto invierte, dónde invierte, cuánto deben ganar o perder si así lo cree necesario, qué precios deben regir y las empresas que deben ser privadas o no en las distintas áreas de la economía es algo que sin duda está dentro de este marco ideológico.
- Y para dar sustento a este ya primitivo pensamiento político y económico, están convencidos de la necesidad de la ausencia de alternancias en el poder. La renovación de los gobiernos por decisión de un electorado está fuera de los planes de esta agrupación. Demostrado con las palabras de Carlos Raimundi en el seminario del Instituto Patria poniendo de ejemplo a los "exitosos" gobiernos de Cuba y China anclados en gobiernantes eternos y sin oposición política (todos deberían conocer esta postura y para ello sugiero visitar el post "Instituto Patria, un psiquiátrico. Y sin psiquiatras"). La acción política de Néstor Kirchner en Santa Cruz con su reelección indefinida y la alianza a rajatabla con dos gobernadores provinciales que lograron imitarlos son también pruebas irrefutables de esta intención de obtener alguna forma de "Cristina eterna". Me refiero al gobernador de Santiago del Estero y de Formosa (ambos premiados con la línea sucesoria en el caso del primero y con la jefatura del bloque oficialista en el senado para el segundo). No hace falta aclarar la alienación de Carlos Raimundi quien, con la aprobación de su jefa política y el aval de los miembros del Instituto Patria, considera a Cuba e incluso a Venezuela como procesos exitosos.
Aclarado esto que todos los argentinos sin excepción deberían conocer voy a lo que toca a este post, a la situación en la provincia de Formosa con su política de aislamiento de pacientes covid positivos junto a los contactos estrechos que claramente parece superar cualquier noción se tenga de los derechos ciudadanos en Democracia.
Si no se tiene en cuenta las aclaraciones advertidas se podría pensar fácilmente que no se trata más que de la intención, equivocada o no, del gobernador de Formosa por contener la transmisión viral con métodos salidos de su propia administración (seguramente equivocado porque ya el mundo demostró que no hay manera de contener el avance del virus por lo que solo queda apaciguar su avance dejando a los extremismos de lado toda vez que su inutilidad está prácticamente asegurada), pero si incorporamos en el análisis lo dicho al inicio del post, queda como muy probable la posibilidad de que lo actuado en la provincia de Formosa venga de directivas desde el centro de estrategias de la agrupación gobernante. Desde el Instituto Patria y de los ejecutores de dichas directivas, de la Cámpora.
No sería para nada extraño que así sean las cosas con la intención de mostrar un Estado totipotencial y capaz de lograr objetivos que estarían fuera del alcance de un gobierno democrático con sus debilidades intrínsecas. 
Un Estado poderoso que controlando todas las fuerzas políticas es capaz de derrotar, nada más y nada menos, que al coronavirus como ningún otro país occidental lo ha conseguido ¡Fantastico!
Podría tratarse de otro intento como el de Vicentin, o de los campos de Etchevere o del avance sobre la justicia o de la ley de medios. Es decir, parte de una estrategia cuyo objetivo final es el de tener un control absoluto y por tiempo indefinido del Estado con todos sus poderes incluídos. Si resulta que puede de alguna manera leerse que Formosa con su sistema político anhelado por el kirchenrismo es tan eficiente que dominó al virus, el paso siguiente es "dejar en el aire" ante la sociedad la pregunta ¿si Formosa es tan eficiente, por qué no hacer lo mismo a nivel nacional?
Tal vez Gildo Insfran no es más que un actor secundario en esta historia.

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