Zaratustra sin control judicial

Reproduzco esta nota porque me permite destacar las miserias a las que nos expone Zaratustra si no existe su antídoto: institución judicial eficiente.
Dado que nuestros pueblos carecen de la materia prima para la generación del antídoto, es importante recalcar los riesgos a los que estamos expuestos hasta que tengamos el ingrediente imprescindible para controlar sus efectos negativos: una cultura colectivista.


José López y su historia escandalosa de corrupción. Pero en el mundo hubo casos peores.

Zine Ben Ali fue el gobernante autoritario de Túnez hasta 2011. Un joven se inmoló porque existía un escenario de corrupción rampante por parte de la familia presidencial, no había empleo, la pobreza crecía y hubo protestas que derivaron en represión.

Los Ben Ali debieron exiliarse. Él está en Arabia Saudita, su mujer escapó en un avión con una tonelada y media de lingotes de oro y aún no se sabe dónde está.

Tienen propiedades en todo el mundo que no han sido confiscadas, porque para el gobierno tunecino es muy complicado recuperarlas . Es una prueba de lo que sucede cuando la corrupción es tan impune. Se robaron absolutamente todo, tenían 220 empresas y recibían el 21% de las ganancias del sector privado..

Daniel Ortega , presidente de Nicaragua, tiene una fortuna mayor a los 3000 millones de dólares. Con su mujer Rosario Murrillo y sus ocho hijos dominan muchos medios de comunicación y la distribución de todo el petróleo que llega a Nicaragua.

Una de sus nueras es la dueña de la mayor cantidad de estaciones de servicios del país. Ortega está acorralado, pero resiste.

Theodore Obiang, presidente de Guinea Ecuatorial, tiene a su hijo como vicepresidente y se dedica a mostrar sus riquezas en Instagram; allí expone sus motos y casas. Se le confiscó una mansión de 107 millones de euros cerca de Champs Elysees con cuarenta autos de lujo.

Como es tan crítica la situación en Guinea Ecuatorial, ellos aún logran resistir en el poder.

En Malasia, el premier Najib Razak, creó un fondo de desarrollo de donde desaparecieron 4.500 millones de dólares, 700 de esos millones estaban en su propia cuenta. Su mujer tenía 550 carteras, la más barata cuesta 10.000 dólares y 453 relojes de lujo. Razak fue desplazado en las urnas y hoy está en prisión.

En todos los casos, los gobernantes creen que son impunes y que el Estado le es propio.


Esta lista se puede extender prácticamente a todos los países subdesarrollados. Es una rareza encontrar un país subdesarrollado donde la élite gobernante no sea una banda de delincuentes (y casi siempre detrás de una máscara que dice: trabajo por el pueblo distribuyendo la riqueza y en contra de los intereses de los malvados ricos capitalistas). En Medio Oriente, en China, el Sudeste Asiático, toda África, Latinoamérica casi entera, etc es prácticamente una norma esta maldición de los pueblos.
Y siempre se repite lo mismo, roban cantidades estratósfericas de dinero que jamás alcanzarán a gastar ellos ni sus próximas 50 generaciones.
La pregunta obligada que surge es ¿Por qué roban tanto y sabiendo que es a cambio de estafar a decenas de millones de personas con sus esperanzas incluidas?
Es obvio que no es la razón lo que los conduce a hacer semejantes latrocinios públicos.
Sin dudas el responsable es un primitivo mecanismo capaz de dominar la conducta de los individuos ante determinadas situaciones. Situaciones en las que se encuentran siempre los gobernantes de países subdesarrollados.
Este primitivo mecanismo es un instinto que nos presiona para que destaquemos nuestro ego ante los demás, mostrando superioridad económica la más de las veces.
Para un funcionario público, que dispone de los dineros públicos a discreción, dejarse vencer por este instinto si no existe su antídoto (llámese institución judicial) es extraordinariamente fácil.
Desconocer este principio del comportamiento humano es imperdonable dadas las catástrofes a las que nos expone.
Ver "Lo que ningún analista político debe desconocer" "Presento a Zaratustra, el protagonista del blog y del libro" 

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