De nuevo Zaratustra en el programa Intratables
En el programa Intratables se ve, durante el allanamiento a una de las propiedades de Cristina Kirchner en el Calafate, acusada de liderar una banda de delincuentes que llevó a cabo el saqueo más brutal de la historia Argentina con todas las pruebas que nadie siquiera imagina, la agresión de un simpatizante del Kirchnerismo hacia los periodistas que cubrían la noticia.
Después de varios forcejeos violentos el manifestante Kirchnerista se sinceró, "le salió de adentro", ante una periodista respondiendo que su rechazo se debía a que ellos, los periodistas, defienden a los ricos.
Es decir, este manifestante tolera las barbaridades que vemos a diario mostrándonos la orgía brutal de corrupción Kirchnerista, porque supuestamente representan al progresismo, la justicia social y la idea de una teórica autodeterminación nacional.
Todo esto mientras allanaban una de las mansiones de Cristina Kirchner valuada en 2 millones de dólares.
Mientras tanto, en todas las encuestas, este individuo que defiende a Cristina Kirchner y agrede a periodistas porque los asocia con la burguesía nacional, está acompañado por el 35% de la población Argentina (al menos no llega al 37% de Lula).
¿Se entiende el grado de locura?
¿Puede ser racional u obra de la razón lo que los conduce a individuos como éste para defender a alguien conocida por el país entero como una delincuente serial?
No tengo la más mínima y absoluta duda de que la única intervención de la razón en este proceso es para encontrar las excusas que justifiquen lo injustificable.
Excusas que puedan afianzar y mantener vigentes las ideas que impone, con muchísima más frecuencia de la que todos imaginan, el verdadero protagonista en la elaboración y construcción ideológica en el homo sapiens. Me refiero al instinto conocido en este blog como Zaratustra.
Zaratustra, aquel que nos exige que destaquemos ante los demás nuestro ego mostrando riquezas superiores a las de los demás como método preferido, ambición mediante.
Pero el mismo Zaratustra que ante la imposibilidad de competir en riquezas con aquellos que se ven claramente superiores económicamente, nos presiona para que busquemos la forma de achicar diferencias para sentirnos competitivos, envidia mediante, como la de ese individuo hacia los ricos como el mismo se descubre. El resultado de la actividad de Zaratustra en la elaboración y construcción ideológica de los homo sapiens que pertenecen a los escalafones sociales inferiores (clase media y baja) es, lógicamente, la mayoritaria elección de cualquier idea asociada al socialismo se tenga a mano (vale aclarar que en nuestra vida cotidiana para no sucumbir ante esta insistente presión, nuestro psiquismo utiliza mecanismos de adaptación para hacer tolerables las diferencias -ver "Míralo, Zaratustra está ahí. Nadie lo ve pero siempre está 1 2 y 3"-).
Aunque pueda parecer una locura creer que las mayorías privilegian las ideas de izquierda por la actividad de un instinto llamado Zaratustra, insisto en que deben creer que así es. Exactamente como nos muestra el muchacho de las imágenes mencionadas.
Tanto como que a pesar de las evidencias abrumadoras de los beneficios de la economía liberal, en ningún país del planeta con excepción de EEUU, encontrará adeptos que se declaran neoliberales o de derecha económica, superar el 20% de los electores en el mejor momento para que estos puedan manifestarse.
¿El motivo? Fácil, los ricos son siempre los menos.
Pero evidentemente, los que siempre son mayorías, aunque en su cotidianidad encuentran mecanismos de adaptación que evitan sensaciones desagradables provenientes de Zaratustra ante la presencia de egos más afortunados, a la hora de elegir ideas, se dejan de lado estos mecanismos psíquicos de adaptación que podrían hacer prevalecer a la razón o al sentido común en la toma de muestras decisiones políticas dejando a la razón instrumental al servicio de los caprichos de nuestras pasiones que vuelva a imponerse a menudo.
Vuelve a encontrar las excusas que justifiquen esos caprichos pulsionales o pasionales o instintivos o como quieran llamarlos. Excusas como "roban pero hacen" o "roba para hacer política para los pobres" o "son inventos de los poderes hegemónicos" o "son perritos falderos del imperio yankee" o cuanta excusa encuentre esta faceta de nuestra razón que trabaja exclusivamente para dar "rienda suelta" a nuestro primitivismo.
La historia que cuenta porqué las ideologías de izquierda son eficientes en Europa mientras acá todas degeneran en nuestros conocidos y malditos populismos véala en "colectivismo y cultura individualista" "política individualista e ideología predominante" y "instinto y cultura, nuestros verdaderos soberanos".
Después de varios forcejeos violentos el manifestante Kirchnerista se sinceró, "le salió de adentro", ante una periodista respondiendo que su rechazo se debía a que ellos, los periodistas, defienden a los ricos.
Es decir, este manifestante tolera las barbaridades que vemos a diario mostrándonos la orgía brutal de corrupción Kirchnerista, porque supuestamente representan al progresismo, la justicia social y la idea de una teórica autodeterminación nacional.
Todo esto mientras allanaban una de las mansiones de Cristina Kirchner valuada en 2 millones de dólares.
Mientras tanto, en todas las encuestas, este individuo que defiende a Cristina Kirchner y agrede a periodistas porque los asocia con la burguesía nacional, está acompañado por el 35% de la población Argentina (al menos no llega al 37% de Lula).
¿Se entiende el grado de locura?
¿Puede ser racional u obra de la razón lo que los conduce a individuos como éste para defender a alguien conocida por el país entero como una delincuente serial?
No tengo la más mínima y absoluta duda de que la única intervención de la razón en este proceso es para encontrar las excusas que justifiquen lo injustificable.
Excusas que puedan afianzar y mantener vigentes las ideas que impone, con muchísima más frecuencia de la que todos imaginan, el verdadero protagonista en la elaboración y construcción ideológica en el homo sapiens. Me refiero al instinto conocido en este blog como Zaratustra.
Zaratustra, aquel que nos exige que destaquemos ante los demás nuestro ego mostrando riquezas superiores a las de los demás como método preferido, ambición mediante.
Pero el mismo Zaratustra que ante la imposibilidad de competir en riquezas con aquellos que se ven claramente superiores económicamente, nos presiona para que busquemos la forma de achicar diferencias para sentirnos competitivos, envidia mediante, como la de ese individuo hacia los ricos como el mismo se descubre. El resultado de la actividad de Zaratustra en la elaboración y construcción ideológica de los homo sapiens que pertenecen a los escalafones sociales inferiores (clase media y baja) es, lógicamente, la mayoritaria elección de cualquier idea asociada al socialismo se tenga a mano (vale aclarar que en nuestra vida cotidiana para no sucumbir ante esta insistente presión, nuestro psiquismo utiliza mecanismos de adaptación para hacer tolerables las diferencias -ver "Míralo, Zaratustra está ahí. Nadie lo ve pero siempre está 1 2 y 3"-).
Aunque pueda parecer una locura creer que las mayorías privilegian las ideas de izquierda por la actividad de un instinto llamado Zaratustra, insisto en que deben creer que así es. Exactamente como nos muestra el muchacho de las imágenes mencionadas.
Tanto como que a pesar de las evidencias abrumadoras de los beneficios de la economía liberal, en ningún país del planeta con excepción de EEUU, encontrará adeptos que se declaran neoliberales o de derecha económica, superar el 20% de los electores en el mejor momento para que estos puedan manifestarse.
¿El motivo? Fácil, los ricos son siempre los menos.
Pero evidentemente, los que siempre son mayorías, aunque en su cotidianidad encuentran mecanismos de adaptación que evitan sensaciones desagradables provenientes de Zaratustra ante la presencia de egos más afortunados, a la hora de elegir ideas, se dejan de lado estos mecanismos psíquicos de adaptación que podrían hacer prevalecer a la razón o al sentido común en la toma de muestras decisiones políticas dejando a la razón instrumental al servicio de los caprichos de nuestras pasiones que vuelva a imponerse a menudo.
Vuelve a encontrar las excusas que justifiquen esos caprichos pulsionales o pasionales o instintivos o como quieran llamarlos. Excusas como "roban pero hacen" o "roba para hacer política para los pobres" o "son inventos de los poderes hegemónicos" o "son perritos falderos del imperio yankee" o cuanta excusa encuentre esta faceta de nuestra razón que trabaja exclusivamente para dar "rienda suelta" a nuestro primitivismo.
La historia que cuenta porqué las ideologías de izquierda son eficientes en Europa mientras acá todas degeneran en nuestros conocidos y malditos populismos véala en "colectivismo y cultura individualista" "política individualista e ideología predominante" y "instinto y cultura, nuestros verdaderos soberanos".
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