¿Sobrevivirá la Democracia en Latinoamérica?
Carlos Alberto Montaner advierte en su blog: un nuevo Golpe de Estado es posible en Brasil (digamos que si se "sorteara” hoy un Golpe de Estado en Latinoamérica, los brasileños tienen todos los números)
La Democracia no se tiene porque se quiere o se desea sino cuando se es capaz de tenerla.
Los pueblos que viven en una verdadera Democracia, es decir que son capaces de vivir en Democracia, han pasado por miles de años de pequeños avances y retrocesos culturales hasta obtener semejante y extraordinario logro: capacidad de vivir en Democracia.
Tan extraordinario que se limita a pequeños sectores del planeta y reducido a 2 o 3 Culturas las capaces de vivir en una verdadera Democracia y no en parodias democráticas como las de India, Pakistán, Turquía o Rusia entre otras (de más está recordar que el resto del planeta ni siquiera sueña con una Democracia).
Las Culturas (culturas políticas vale aclarar) que han logrado superar todos los obstáculos que nos oponen nuestros rasgos primitivos, se han reducido despues de los años del Imperio Romano, a prácticamente una sola Cultura, la europea; con sus siembras posteriores en Oceanía y América del Norte. Se agregó más tarde y por el característico y pocas veces visto, lamentablemente, proceso Cultural de imitación exitosa, la Cultura japonesa y recientemente la coreana si es que no pueden identificarse a ambas como una sola, resaltando lo difícil que significa para una Cultura llegar a estar capacitada para vivir en Democracia.
La Cultura occidental europea para “graduarse” en el larguísimo aprendizaje de la democracia debió pasar del primitivismo religioso politeista al monoteísmo con el catolicismo; del rey con sangre real avalado por el Papa, representante “infalible” de Dios en la tierra, al rey que podía ser sostenido políticamente por su pueblo sin que sea necesario la intervención de una divinidad en el proceso con la Reforma de Lutero y Calvino; después desde este rey Todopoderoso aún, a un rey controlado y conducido por representantes del pueblo a través del parlamento con la Gloriosa Revolución Inglesa; hasta ser capaces de auto gobernarse por un individuo tan común como cualquier otro ciudadano elegido por todos en una república a partir de 1776 en EEUU. Como hasta hoy y vale también remarcar que hasta acá hemos llegado.
Un gran obstáculo aún nos queda por superar a la humanidad. Obstáculo que se lo identifica con el nombre de Realismo en política. Realismo que implica aún una fortísima influencia de nuestros primitivos instintos en nuestros procesos políticos (parecería que Europa a través de la UE está intentando los primeros pasos para superar esta dura etapa que significará el fin del riesgo de las confrontaciones bélicas en este planeta habitado por seres que nos creemos semidioses y sin embargo apenas superamos por poco a los chimpancés).
¿Y Latinoamérica, tema de esta entrada de este blog?
Lamentablemente, la cultura que llegó a estas tierras desde Europa es la que existía previamente a la llegada de la Reforma (que se impuso a las culturas originarias aunque éstas hayan dejado su impronta, que en nada ayuda, dicho sea de paso), proveniente de España e Italia fundamentalmente (Italia y después España fueron siguiendo la línea evolutiva de la cultura europea absorbiendo los avances culturales cívicos y políticos conseguidos mediante la Reforma para ser hoy dos sociedades plenamente democráticas). Es decir, nuestra cultura carece de la experiencia de superar varios obstáculos que nos opone nuestro primitivismo y por ello padecemos claramente de importantes limitaciones para vivir en una verdadera democracia (los weberianos lamentablemente siempre se olvidan de incluir a latinoamérica en sus análisis).
Los repetidos Golpes de Estado vividos desde nuestra independencia y lo que estamos viviendo en la actualidad la mayoría de los países de Latinoamérica lo evidencian claramente.
Nuestra democracia en Latinoamérica está claramente en riesgo y con el agravante que ahora, sí bien no tenemos el peligro del avance en nuestra región del comunismo Soviético, tenemos el de China que es peor porque tiene muchas más probabilidades de avanzar ya que el comunismo está condenado desde su propio inicio al fracaso donde sea y con quien sea por lo que el riesgo de la URSS era limitado, pero el de este último, el del primitivismo chino que pasó de un emperador descendiente de los cielos a otro descendiente del politburo del partido comunista chino sin haber superado siquiera las primeras etapas del progreso humano, sin dudas que ya no representa un riesgo limitado o poco probable. Este es real. (Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia ya cayeron en sus manos mientras Argentina estuvo a poco hace 2 años de caer también en esta misma “bolsa”).
Va a ser crucial el apoyo de Occidente a Latinoamérica en estos años y va mi esfuerzo en ello toda vez que pueda aportar algo para alertarlos.
“China y Democracia en Latinoamérica"
La Democracia no se tiene porque se quiere o se desea sino cuando se es capaz de tenerla.
Los pueblos que viven en una verdadera Democracia, es decir que son capaces de vivir en Democracia, han pasado por miles de años de pequeños avances y retrocesos culturales hasta obtener semejante y extraordinario logro: capacidad de vivir en Democracia.
Tan extraordinario que se limita a pequeños sectores del planeta y reducido a 2 o 3 Culturas las capaces de vivir en una verdadera Democracia y no en parodias democráticas como las de India, Pakistán, Turquía o Rusia entre otras (de más está recordar que el resto del planeta ni siquiera sueña con una Democracia).
Las Culturas (culturas políticas vale aclarar) que han logrado superar todos los obstáculos que nos oponen nuestros rasgos primitivos, se han reducido despues de los años del Imperio Romano, a prácticamente una sola Cultura, la europea; con sus siembras posteriores en Oceanía y América del Norte. Se agregó más tarde y por el característico y pocas veces visto, lamentablemente, proceso Cultural de imitación exitosa, la Cultura japonesa y recientemente la coreana si es que no pueden identificarse a ambas como una sola, resaltando lo difícil que significa para una Cultura llegar a estar capacitada para vivir en Democracia.
La Cultura occidental europea para “graduarse” en el larguísimo aprendizaje de la democracia debió pasar del primitivismo religioso politeista al monoteísmo con el catolicismo; del rey con sangre real avalado por el Papa, representante “infalible” de Dios en la tierra, al rey que podía ser sostenido políticamente por su pueblo sin que sea necesario la intervención de una divinidad en el proceso con la Reforma de Lutero y Calvino; después desde este rey Todopoderoso aún, a un rey controlado y conducido por representantes del pueblo a través del parlamento con la Gloriosa Revolución Inglesa; hasta ser capaces de auto gobernarse por un individuo tan común como cualquier otro ciudadano elegido por todos en una república a partir de 1776 en EEUU. Como hasta hoy y vale también remarcar que hasta acá hemos llegado.
Un gran obstáculo aún nos queda por superar a la humanidad. Obstáculo que se lo identifica con el nombre de Realismo en política. Realismo que implica aún una fortísima influencia de nuestros primitivos instintos en nuestros procesos políticos (parecería que Europa a través de la UE está intentando los primeros pasos para superar esta dura etapa que significará el fin del riesgo de las confrontaciones bélicas en este planeta habitado por seres que nos creemos semidioses y sin embargo apenas superamos por poco a los chimpancés).
¿Y Latinoamérica, tema de esta entrada de este blog?
Lamentablemente, la cultura que llegó a estas tierras desde Europa es la que existía previamente a la llegada de la Reforma (que se impuso a las culturas originarias aunque éstas hayan dejado su impronta, que en nada ayuda, dicho sea de paso), proveniente de España e Italia fundamentalmente (Italia y después España fueron siguiendo la línea evolutiva de la cultura europea absorbiendo los avances culturales cívicos y políticos conseguidos mediante la Reforma para ser hoy dos sociedades plenamente democráticas). Es decir, nuestra cultura carece de la experiencia de superar varios obstáculos que nos opone nuestro primitivismo y por ello padecemos claramente de importantes limitaciones para vivir en una verdadera democracia (los weberianos lamentablemente siempre se olvidan de incluir a latinoamérica en sus análisis).
Los repetidos Golpes de Estado vividos desde nuestra independencia y lo que estamos viviendo en la actualidad la mayoría de los países de Latinoamérica lo evidencian claramente.
Nuestra democracia en Latinoamérica está claramente en riesgo y con el agravante que ahora, sí bien no tenemos el peligro del avance en nuestra región del comunismo Soviético, tenemos el de China que es peor porque tiene muchas más probabilidades de avanzar ya que el comunismo está condenado desde su propio inicio al fracaso donde sea y con quien sea por lo que el riesgo de la URSS era limitado, pero el de este último, el del primitivismo chino que pasó de un emperador descendiente de los cielos a otro descendiente del politburo del partido comunista chino sin haber superado siquiera las primeras etapas del progreso humano, sin dudas que ya no representa un riesgo limitado o poco probable. Este es real. (Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia ya cayeron en sus manos mientras Argentina estuvo a poco hace 2 años de caer también en esta misma “bolsa”).
Va a ser crucial el apoyo de Occidente a Latinoamérica en estos años y va mi esfuerzo en ello toda vez que pueda aportar algo para alertarlos.
“China y Democracia en Latinoamérica"
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