Instinto y cultura, no los olvide jamás porque son nuestros verdaderos soberanos
Dejo el link de un interesante artículo publicado en un prestigioso medio argentino y a continuación un comentario mío para recordar la decisiva importancia de la cultura y el instinto en nuestra organización social, económica y política. Y con ello, de nuestro futuro.
https://www.lanacion.com.ar/2215443-los-peligros-que-esconden-los-populismos
El progresismo no es el problema.
El problema está en las instituciones que deben ser lo suficientemente eficientes como para que las políticas progresistas sean exitosas.
Y para que las instituciones sean eficientes, antes debe serlo la primera y fundacional Institución: la Institución ciudadano.
Si ésta no funciona, ninguna otra lo hará.
El progresismo funciona en Suecia, por ejemplo, porque la institución ciudadano en ese país es óptima (los legisladores, por ejemplo, viven en mini departamentos que ni siquiera tienen lavarropas y jamás llegaría a ocupar un cargo público un corrupto a través del voto, entre los miles de ejemplos a dar del exelente funcionamiento de esa institución ciudadano).
En Latinoamérica, con la cultura política ciudadana de la viveza criolla no hay Institución que funcione como se espera lo haga. Y si las instituciones no funcionan, ya todos lo saben, ninguna política es exitosa (ni económica, ni educativa, ni judicial, ni de seguridad, ni de nada).
Y para completar el combo, un instinto primitivo nos inclina a las mayorías a adoptar ideologías políticas que eviten que los más ricos saquen más ventajas y favorecer toda iniciativa que acerque posiciones respecto a ellos: llámese peronismo o radicalismo o socialismo o priismo o petismo o chavismo o etc.
Ese combo, ideología predominante socialista o progresista asociado a la cultura de la viveza criolla nos conduce, una y otra y otra y otra vez, en vez de a un Estado de Bienestar como en Suecia, a nuestros conocidos, destructivos y corruptos populismos.
Lo que propone el autor, políticas liberales y abiertas, solamente es posible si no existiera la ideología predominante progresista y para eso habría que anular al instinto que nos conduce a la ideología progresista por más pruebas tras pruebas irrefutables se nos presenten de que acá, esa ideología no funciona.
O en su defecto, insistir con las ideas progresistas cambiando nuestra cultura de la viveza criolla. Lamentablemente, cambiar las culturas es una tarea casi imposible.
Justamente por eso estamos como estamos desde hace siglos los países de Latinoamérica y los Subdesarrollados en general (son muy pocos los que en los últimos siglos han logrado desarrollarse justamente por las dificultades que implican superar una de estas dos barreras casi infranqueables).
-Ver "Instinto y Cultura, nuestros verdaderos soberanos"-
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