Cultura cívica e Ideología dominante. La confusión.

Existe una notable confusión generalizada del concepto  Cultura  cívica individualista/colectivista con el de Ideología individualista/colectivista.
Prácticamente siempre se comete el error de identificar a una sociedad culturalmente individualista cuando sus ciudadanos creen mayoritariamente en las ideas individualistas como la mejor manera de conducirse política y económicamente.
Y al revés, se asocia a las culturas colectivistas con aquellas sociedades donde la mayoría de sus integrantes creen que el individuo debe estar al servicio de la comunidad relegando sus intereses particulares al colectivo social. 
No solamente es un error, sino que más importante aún, no permite interpretar correctamente determinantes políticos que definen las posibilidades de progreso real de los pueblos.
Este error inclina a creer que los pueblos con Cultura colectivista son aquellos en los que mayoritariamente sus ciudadanos aceptan que el interés colectivo debe primar sobre el individual e incluso sacrificar intereses particulares por el bien general si así se considera necesario.
Definitivamente no es así.
Que la mayoría de los ciudadanos crean en el socialismo como la forma ideal para organizarse política, social y económicamente, no significa de ninguna manera que esa sociedad pertenezca a una Cultura colectivista.
Y exactamente al revés, que los ciudadanos de una determinada sociedad crea mayoritariamente que un gobierno liberal, política y económicamente hablando, es la mejor opción, de ninguna manera implica que su cultura cívica sea individualista.
Si bien es posible que la Cultura cívica tienda a favorecer una determinada inclinación ideológica, claramente la elaboración y adopción de las  ideas político-económicas están fundamentalmente inducidas por nuestras pulsiones más la influencia en el proceso de nuestra capacidad de razonar abstraida de presiones pasionales -ver "Míralo, Zaratustra está ahí. Nadie lo ve pero siempre está 1, 2, 3 y 4"-. 
Y en los estratos sociales más desfavorecidos nuestros impulsos sin duda alguna llevan a privilegiar en la mayoría cualquier idea que pueda asociarse a las políticas colectivistas o socialistas más o menos extremas. Diferente a la influencia de nuestros impulsos en las adopciones ideológicas en los estratos sociales más acomodados.
En este blog insisto y explico cómo nuestros instintos nos condicionan favoreciendo la adopción de ideas redistributivas sobre las individualistas en las capas sociales mayoritarias, es decir, en las medias y bajas. Lo que explica también porqué las ideas económicas liberales, a pesar de los exelentes resultados producen toda vez que se las utiliza, son resistidas en la enorme mayoría de los pueblos y se recurre a ellas solamente cuando es inevitable hacerlo mientras se las cataloga despectivamente de políticas de ajuste antipueblo.

Si no se tiene presente esta realidad se cae en errores peligrosos, como cuando reiteradamente, en cuantos trabajos o textos observo, se nos cataloga a los latinoamericanos como pertenecientes a culturas colectivistas porque privilegiamos incansablemente en la elección de nuestros gobernantes a aquellos que representan al espectro ideológico de la izquierda (Peronismo, comunismo, socialismo, priismo, bolivarianismo, etc). Es absolutamente cierto que los latinoamericanos creemos mayoritariamente como el gobierno ideal a aquel que privilegia los intereses colectivos sobre los individuales, pero lejísimos estamos de pertenecer a las culturas cívicas que por sus costumbres, conductas y actitudes cívicas prevalecientes son consideradas colectivistas. Con simplemente nombrar las palabras viveza criolla alcanza y sobra para concluir que al menos los argentinos no pertenecemos a una Cultura Colectivista por más peronistas seamos -ver "Borges, la crisis Argentina y lo que nadie dice"-. Y a juzgar por la manera en que se conducen cívicamente los demás pueblos latinoamericanos, puedo asegurar que son tan o más individualistas culturalmente como nosotros.
Es fundamental tener presente este error porque mantenerse en él evita percatarse que las ideas socialistas en cualquiera de sus variantes en latinoamerica así como en cualquier sociedad con Cultura cívica individualista está condenada al fracaso. No funcionan las políticas colectivistas allí donde los ciudadanos pertenecen a una Cultura individualista, es decir, donde privilegian sus intereses individuales y desprecian las conductas que comprometen al conjunto de la sociedad (básicamente incumplidores seriales de cuantas normas y reglas existen como claramente nos caracterizamos los latinoamericanos) por más convencidos ideológicamente estén la mayoría de los integrantes de esa sociedad de las bondades de las ideas redistributivas, dirigistas y voluntaristas como las encontradas en el peronismo en Argentina o en el PT en Brasil o en el socialismo del siglo XXI en Venezuela. Reitero, si la cultura es indivualista, las ideas Colectivistas definitivamente no funcionan y de aquí la gravedad de confundir Cultura con Ideología de los pueblos.



También es frecuente observar cuando se trata del otro extremo Cultural, en el de las culturas colectivistas como las de los países nórdicos o de los japoneses, que los asuman como pertenecientes a culturas individualistas por algunas de sus características conductuales que los hace ciertamente más propensos al aislamiento y al interés por los logros personales, pero equivocadamente no dan el lugar que merecen en la evaluación cultural a las conductas cívicas, morales y conductuales de sus integrantes respecto de sus conciudadanos y del Estado. Conductas que ante una ligera observación y análisis ya es posible concluir que son notoriamente más colectivistas que las de los ciudadanos de cualquier país de Latinoamérica con sus culturas individualistas a cuestas.
Un alemán o un noruego o un japonés privilegia con muchísimo más énfasis sus obligaciones civiles para con los demás y para con el Estado que un latinoamericano.
Un alemán no busca el interés individual en desmedro del interés general como vemos comúnmente en la cultura cívica latinoamericana intentando el cohecho en cuanta circunstancias ve posible perjudicando al fisco y a la organización general. O buscando un beneficio que no le corresponde como con las típicas vivezas criollas conocidas en Argentina.
Definitivamente, es fundamental interpretar correctamente las culturas y saber determinar cuándo estamos ante la presencia de una colectivista o individualista y diferenciar claramente en todo análisis político los conceptos Cultura Cívica de ideología dominante.
Importante porqué los pueblos con Cultura Colectivista tienen infinitamente más chances de organizarse exitosamente a través de Instituciones que cumplen sus roles como se espera de ellas.
Y en esto sí la literatura tiene mucha verdad al decirnos que cuando las instituciones funcionan como se espera de ellas, todas las políticas son exitosas (económicas, educativas, de seguridad, sanitarias, etc).
Hasta llegar a lo más importante y es que todos los que pretenden analizar la política deben saber que las ideologías colectivistas solamente son exitosas cuando la cultura es también colectivista. Caso opuesto, todos los intentos terminan en nuestros conocidos populismos corruptos e ineptos de izquierda. Pero si se parte el análisis confundiendo Ideología con Cultura, es demasiado fácil equivocarse. Tan fácil como vemos se equivocan una y otra y otra vez los políticos e intelectuales latinoamericanos insistiendo con las políticas socialistas en todas sus variantes conocidas sin percatarse que nuestra cultura es absolutamente inepta para proyectos como esos.
Y siguen insistiendo a pesar de los reiterados fracasos les "explota en la cara".
Recuerde, no es lo mismo Cultura colectivista o individualista que ideología colectivista o individualista.

Comentarios

Posts más vistos

Instituto Patria, un psiquiátrico. Y sin psiquiatras.

Pfizer, muerte e ideología.

Borges, la crisis Argentina y lo que nadie dice.

Cristina, el gran problema argentino

El comunismo y su enemigo imbatible

El pueblo y la envidia

Cultura colectivista vs cultura individualista

Instinto y cultura nuestros verdaderos soberanos

Cuanto peor, mejor

La Nueva Guerra Fria. Desarrollo vs subdesarrollo. Occidente vs Oriente. Posmodernidad vs Medioevo