El peligro Chino II
En este blog se advierte desde hace años el peligro que representa China para la civilización desarrollada occidental.
El motivo central que lleva a advertir sobre este riesgo que implica la posibilidad de caer bajo el control de las decisiones tomadas desde el partido comunista chino está en nuestra naturaleza humana.
Es nuestra naturaleza humana a través de influencias pulsionales o instintivas la que habitualmente conduce los hechos en la geopolítica global en el ámbito de la Realpolitik.
Si los análisis políticos se limitan a evaluar las conductas y respuestas derivadas de construcciones racionales, casi con seguridad y sobre todo cuando un país subdesarrollado entra en el juego de poderes, el error es inevitable.
Son los impulsos, emociones, pulsiones e instintos (fundamentalmente Zaratustra) los que de manera absolutamente subrepticia y subconsciente en cada uno de los participantes encargados de tomar decisiones van determinando los hechos. Unas decisiones pasionales llevan a otras y estas a las siguientes sin tener la más mínima y absoluta posibilidad de introducir la actividad de la razón en esta cadena de toma de decisiones. Menos aún, esto es lo más importante a tener presente, porque todos son inconscientes de que la determinación de sus actos y decisiones no son conducidos por procesos racionales. La razón solamente se encarga de encontrar las excusas que hagan viables las intensiones pulsionales -ver "Míralo, Zaratustra está ahí. Nadie lo ve pero siempre está 1 2 3 y 4"-. Nada más que de eso.
El camino que trazan nuestros impulsos muy a menudo es uno solo. Y si ese camino lleva a un riesgo de potencial daño al sistema desarrolado democrático, necesariamente se debe anteponer barreras.
Occidente debe poner barreras en ese camino del avance chino conducido por "chóferes" salidos de un oscuro, corrupto, inescrupuloso, dictatorial y sumamente agresivo rincón llamado comité del partido comunista chino y que actúan concientes o inconscientemente movidos por primitivos impulsos. Impulsos de competencia, de sometimiento, de victoria, de resentimiento, de revancha. No importa que tipo de victoria, útil o inútil, destructiva o constructiva. Da igual. Las pasiones raras veces miden consecuencias racionales.
Exactamente igual a lo que conducía a los líderes del régimen comunista de la URSS que sin la más mínima y absoluta racionalidad se enfrascaron todos en una carrera absurda y extremadamente peligrosa de expansión por el solo hecho de expandirse destruyendo en el camino lo que fuera necesario no importa para qué o porqué. El único realmotiv era ganar. Finalmente dominar.
Hoy nos enfrentamos a ésta misma fuerza primitiva trasladada ahora a China.
Nuestra naturaleza humana en el ámbito cultural del pueblo chino hará muy pero que muy probable que los hechos vayan encaminándose para finalmente desembocar en conflictos que irán mucho más allá de una competencia comercial.
La competencia será casi con seguridad por dominar y someter toda vez que se vea posible.
En los post "China" "La Nueva Guerra Fría, Desarrollo vs Subdesarrollo. Occidente vs Oriente. Posmodernidad vs Medioveo 1, 2, 3 y 4" "Siempre fue la misma Guerra Fría. Desarollo vs Subdesarrollo" advierto sobre este riesgo expuesto abierta y claramente en esta nota que comparto.
No se la pierda.
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